Cuando acabamos de conocer, por nota de prensa, el penúltimo capítulo de la novela, “¿Qué fue del dinero que me birlaron?”, nos preguntamos ¿y ahora qué hacemos?

Nos referimos a la última resolución de nuestro Tribunal Supremo sobre esta materia tan sensible, cuyo contenido se nos ha transmitido, (parece una prueba de reacción), a través de una nota de prensa. La sentencia completa, anuncian, se conocerá en unos días.

Pues bien, parece que ya todo está perdido, que nuestro tribunal supremo, (de nuevo), ha hecho una interpretación de los hechos y de la normativa, (un reglamento que no respeta el contenido de la ley que desarrolla), favorable a quien ha infringido repetidamente las normas de protección de miles de consumidores.

Ignoramos cual es la razón de este pronunciamiento, pero tampoco nos ha sorprendido en exceso después del bochornoso espectáculo jurídico sufrido en el “culebrón” de las cláusulas suelo y su eficacia retroactiva en el que ha sido necesario recibir un tirón de orejas del TJUE, para volver a la ortodoxia.

Entonces, ¿qué hago ahora? ¿me rindo y no reclamo? ¿me olvido?

Entendemos que no debe ser esa nuestra postura. Seguramente ese es uno de los efectos que se persigue con esta resolución, y algunos ya están frotándose las manos.

Pero desde nuestro despacho pensamos que esto aun no ha acabado (les suena verdad?), que aun falta algún que otro capitulo por escribir, y que seguramente el autor sea de nuevo el TJUE.

Es inevitable que los despachos y letrados que estamos comprometidos en la defensa de nuestros clientes, recibamos y ataques interesados, disfrazados de criticas a nuestros honorarios, pero ya estamos acostumbrados a esta guerra sucia

Desde Negotia hemos decidido no tirar la toalla y vamos a seguir atendiendo e informando personal y periódicamente a todos sus clientes hasta que este asunto se resuelva definitivamente.

Tenemos la certeza de la próxima elevación de una cuestión prejudicial sobre esta materia ante el TJUE, y estamos convencidos de que hay verdaderas posibilidades de que el pronunciamiento de este órgano sea favorable.

Es muy elevado el importe que se juegan en este envite las familias españolas, y entablar ahora demandas para conseguir la devolución de uno y medio o dos, (calderilla comparativamente hablando), gastos indebidamente pagados y por cifras muy menores, no nos parece que sea la mejor opción, pues con independencia del riesgo procesal que se afronta, podemos cerrarnos la puerta a una futura y mucho mas importante reclamación de la cuantía más relevante que se desembolsó indebidamente al firmar la hipoteca.(IAJD).

Nuestro consejo práctico, en consecuencia, es mantenerse a la espera de la resolución definitiva pero asesorado e informado por su abogado de confianza.

El coste de elegir esta alternativa es nulo, ya que nuestra firma no va a cobrar nada por ello y los intereses legales, en el caso de que decidamos demandar en cualquier momento, siempre nos estarán esperando.

Salvo opinión más fundada.

Alberto López Soto

 

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